18 julio, 2004

Biodiversidad amenazada

Actividad finalizada


Con esta exposición se pretende mostrar como dos actividades, a veces estrechamente ligadas, como son el tráfico ilegal y la introducción de especies, están provocando una de las mayores causas de pérdida de biodiversidad en prácticamente todos los ecosistemas del planeta.

A lo largo de la historia de la vida en la Tierra, se hansucedido momentos de grandes pérdidas de biodiversidad por causas naturales, son las llamadas «extinciones masivas» de especies.

En los últimos tiempos, las tasas de desaparición de especies se han multiplicado entre 100 y 1000 veces, igualándose e incluso superando las ocurridas en momentos anteriores, este fenómeno es simultáneo al crecimiento exponencial de la población humana en casi todos los lugares del planeta.

Resulta obvio, que las actividades humanas contribuyen seriamente a la transformación y destrucción de los ecosistemas naturales.

Con esta exposición se pretende mostrar como dos actividades, a veces estrechamente ligadas, como son el tráfico ilegal y la introducción de especies, se han visto favorecidas por los avances tecnológicos y el desarrollo de los medios de transporte, así como por la gran demanda que existe en los países desarrollados de mascotas, plantas ornamentales, maderas exóticas, productos manufacturados, ejemplares destinados al coleccionismo, etc., provocando una de las mayores causas de pérdida de biodiversidad en prácticamente todos los ecosistemas del planeta. A la vez, se persigue concienciar al público de la trascendencia que nuestras actividades cotidianas pueden tener sobre la conservación de la biodiversidad.

Se sabe que el tráfico ilegal de especies genera unos beneficios económicos comparables a los producidos por el comercio de armas y el de drogas.

Anualmente se comercializan:

  • 140.000 colmillos de elefante.
  • 50.000 primates.
  • 10 millones de pieles de reptiles.
  • 15 millones de pieles de mamíferos.
  • 1,1 millón de aves vivas.
  • 9 millones de orquídeas.
  • 7 millones de cactus.
  • 600 millones de peces tropicales.
  • 2 toneladas de coral.

Como medidas legislativas que ayudan, a mediados de los años setenta empezó a tomarse conciencia de la influencia de estas actividades sobre la supervivencia de las especies y con la intención de poner coto a este expolio de biodiversidad, en 1975 se creó la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

Actualmente, 160 países han suscrito dicho convenio y su objetivo es prohibir el comercio internacional de especies amenazadas, y reglamentar y vigilar el comercio de otras que puedan llegar a estarlo.

La adhesión de España a este Convenio se produjo el 30 de mayo de 1986, y entró en vigor el 28 de agosto del mismo año.

En la actualidad CITES incluye con diversos niveles de protección:

  • 639 especies de mamíferos.
  • 1.557 especies de aves.
  • 464 especies de reptiles.
  • 81 especies de anfibios.
  • 36 especies de peces.
  • 2.070 especies de invertebrados.
  • 25.206 especies de plantas.

Hoy más que nunca la participación social a través de diferentes organizaciones internacionales (institucionales, científicas, ecologistas, ONGs etc.); nacionales y locales realizan importantes esfuerzos por paliar la grave amenaza que el tráfico ilegal y la introducción de especies suponen a la biodiversidad.

En el control de este tráfico ilegal de especies en España, desempeñan un papel fundamental los Servicios de Vigilancia Aduanera, pertenecientes al Ministerio de Hacienda, el SEPRONA (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil), que junto con la colaboración de las administraciones locales y autonómicas y con la asistencia técnica de la Subdirección General de Control, Inspección y Normalización del Comercio Exterior (SOIVRE), dependiente del Ministerio de Economía, son los encargados de evitar que este comercio ilegal se produzca.

Otras medidas legislativas que ayudan a la protección de especies son los convenios internacionales de conservación faunística. Ejemplos de estos convenios internacionales son la Lista Roja de Animales amenazados de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) (1990), y los convenios Bonn (1979), relativo a la Conservación de las Especies Migratorias de Vida Silvestre y de Washintong (1973), relativo al Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora. Además, en el ámbito europeo, encontramos la Directiva 92/43/CEE, conocida como «Directiva Hábitats», el Convenio de Berna (1971) relativo a la Conservación de la Vida Silvestre y del Medio Natural y el Reglamento CE del Consejo 338/97.

Dentro del Estado Español la Ley 4/1989, de Conservación de Espacios Naturales y de Flora y Fauna Silvestres, tiene entre sus objetivos el establecimiento de normas de protección, conservación, restauración y mejora de los recursos naturales; posteriormente el Real Decreto 1739/97 del 20 de noviembre regula las medidas de aplicación del convenio CITES.

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