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Cubiertas Animales
Después de millones de años de evolución, en los seres vivos se han desarrollado diferentes estructuras para tapizar su piel.
Maestros del disfraz
Vestidos de gala
Así se presentan numerosas especies animales ante el otro sexo cuando quieren iniciar una relación amorosa. Para dar el primer paso en el cortejo de la pareja escogida, una forma de llamar su atención consiste en la exhibición de señales visuales. Cambios en el color de la piel, cuernos, melenas o llamativos plumajes son muy efectivos, ya que desde lejos delatan la especie y el sexo de su propietario. Pero estos atractivos vestidos son también señales que atraen a sus enemigos.
Desnudos de piedra
Los fósiles son los restos o huellas de la actividad de los seres vivos que se han conservado. Por ellos conocemos cómo eran los animales que vivieron hace millones de años en nuestro planeta.
Mono desnudo
Así se le suele llamar al ser humano por su aparente falta de pelo. Y es que, excepto en el cuero cabelludo, bajo los brazos y en la región genital, la mayor parte de nuestro pelo corporal es tan fino que resulta casi invisible de ver a simple vista y no lo suficientemente espeso como para ocultar la piel. Éste es el motivo de que, aunque tengamos una cantidad de pelo similar a los monos, los chimpancés y los gorilas, nuestra piel parezca desnuda.
A flor de piel
A diferencia del duro caparazón del armadillo o de la áspera coraza del rinoceronte, la piel humana es una frontera abierta y sutil. Ningún animal, ni siquiera los evolutivamente más cercanos, atesora en su piel tal cúmulo de funciones.
Sensaciones
El tacto es un sentido sumamente complejo y variado. En algunos animales predomina sobre los demás sistemas sensoriales al proporcionar una enorme cantidad de información. Existen aves con plumas en forma de bigotes que aportan datos sobre las corrientes de aire que rodean el cuerpo, y el cerebro los interpreta para controlar los movimientos de vuelo. Los insectos están cubiertos en algunas zonas por pelos sensitivos que cumplen la misma función.
Perseguidos por su piel
Algunos animales han sufrido una intensa persecución para obtener su piel, poniendo a numerosas especies al borde de la extinción como es el caso del rinoceronte, el cocodrilo, la nutria o el leopardo.
¿Sabias qué?
La ardilla voladora puede llegar a planear más de 100 metros. Lo consigue gracias a una membrana de piel cubierta de pelo que se extiende a lo largo de los costados del cuerpo y que actúa como un paracaídas cuando el animal salta.
Los pelos son células muertas impregnadas de queratina, una proteína que les da rigidez y consistencia. Esta proteína también se encuentra en otras estructuras, como las uñas, las plumas o el cuerno del rinoceronte.
La caza masiva del cocodrilo de pantano para obtener su piel, destinada a la fabricación de bolsos y zapatos, es la principal causa que ha puesto a esta especie al borde de la extinción.