La ventana a la ciencia se abre este mes a la investigación sobre tecnología del vino y sus aplicaciones cosméticas en la Universidad de Cádiz

El espacio se completa con un Taller de los Sentidos en el que los visitantes del Parque de las Ciencias podrán conocer, entre otras cosas, los efectos hidratantes y exfoliantes de los residuos del vinoLa ventana se convertirá durante todo este año en el escaparate de la investigación andaluza

El Parque de las Ciencias abre una nueva ventana a la ciencia, que este mes estará dedicada a los trabajos de investigación de la Universidad de Cádiz sobre tecnología del vino y sus aplicaciones cosméticas. Para ello, el grupo de investigación en vitivinicultura y agroalimentación de la UCA ha trasladado hasta el museo un ‘trozo’ de su laboratorio en el que explicarán a los visitantes la ciencia que hay detrás la producción del vino, el vinagre y el brandy de Jerez.

Los trabajos de investigación intervienen desde la misma siembra de la cepa y así se transmiten en este espacio a través de una pequeña exposición en la que se puede ver todo el proceso de elaboración con maquetas: hay una de una bodega e instrumental real: una fermentadora y un alambique para destilar brandy. La visita a la ventana está guiada por un monitor y de jueves a domingos también estarán trabajando en directo algunos de los investigadores del equipo gaditano. Además de la tecnología del vino, el grupo de la Universidad de Cádiz también trabaja en el aprovechamiento de los residuos del vino con fines cosméticos. Un trabajo que, como ellos mismos reconocen, contribuye por un lado, al cuidado y conservación del medio ambiente y por el otro, al de la salud.

De los residuos extraen los componentes más beneficiosos y que tienen fundamentalmente propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, hidratantes y exfoliantes. Gel, champú, crema antiarrugas, crema hidratante y exfoliante son algunos de los productos elaborados por este grupo de investigación que ya se comercializan a través de la spin-off de la universidad gaditana SkinWine.

La ventana pretende ser un espacio flexible y abierto en el que el espectador se convierta en parte activa de lo que allí se muestra, por eso en ésta no podía faltar un taller. Y nada más acorde con el tema que se aborda que uno dedicado a los sentidos. Los olores, los colores y texturas del vino, el vinagre y el brandy serán los ejes de un juego en el que los visitantes pondrán a prueba sus conocimientos vitivinícolas. En él también comprobarán las aplicaciones cosméticas del vino al probar en su propia piel los efectos hidrantes y exfoliantes de algunos de los productos elaborados a partir de sus residuos.

En definitiva, toda una aventura en la que la sorpresa, la curiosidad, el conocimiento y la diversión estarán aseguradas para todo el que se acerque al museo hasta el próximo 8 de noviembre, ya que a partir del 13 le tocará el turno a la Universidad de Huelva que traerá hasta el Parque una nueva ventana dedicada a ‘La apicultura: una ganadería peculiar y necesaria’.

La ventana a la ciencia es un espacio transparente abierto a la actualidad de la ciencia y la tecnología, una forma de mostrar a la sociedad trabajos reales de investigación e innovación así como la actividad desarrollada en el sistema de I + D + i. Una ventana directa al conocimiento liderada por sus protagonistas.

Durante un año, grupos de investigación de las nueve universidades andaluzas se instalarán en este espacio del museo para mostrar algunas de las líneas de investigación e innovación en las que trabajan, acercar dicha actividad a la sociedad, fomentar las vocaciones científicas y concienciar de la importancia de la I+D+i en una sociedad moderna, sostenible y democrática.

El proyecto está financiado por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa y desarrollado en colaboración con las nuevas universidades andaluzas, que durante el curso académico 2009-2010 abrirán sus laboratorios en el museo. La temática de estas ventanas será variada y abarcará todas las disciplinas científicas.