El ajedrez supuso un antes y un después para la Inteligencia Artificial

12 mayo, 2023

El ocho veces campeón de España de ajedrez, Miguel Illescas detalla en el Parque de las Ciencias cómo fue el enfrentamiento humano–máquina en 1997

Illescas participó en el desarrollo de la Inteligencia Artificial Deep Blue, que hizo posible por primera vez que una máquina venciera al campeón del mundo de ajedrez Garri Kásparov un 11 de mayo de hace 26 años.

Su condición de programador informático y Gran Maestro Internacional, hizo que IBM lo reclutara para participar en el desarrollo de la primera máquina que vencería a los humanos.

El ocho veces campeón de España relató a los asistentes en su conferencia Inteligencia Artificial. Tienen los humanos un papel a jugar? como el juego del ajedrez ha tenido un papel relevante en el avance y desarrollo de la inteligencia artificial y reflexionó sobre la rapidez con la que se ha desarrollado la IA en poco tiempo.

Desde mediados del siglo XIX se empezó a ver el ajedrez como el cómplice ideal para demostrar si una máquina podía ser o no inteligente. Este juego despertaba gran interés para enfrentarlo a la máquina, ya que siendo de una complejidad abarcable, está al límite de la inteligencia humana. Si fuera más difícil sería imposible de jugar y si fuera más fácil no sería tan interesante para demostrar si una máquina inteligente puede superar a la inteligencia humana.

Además, el ajedrez tiene unas reglas y elementos muy claros que son susceptibles de traducirlos a números que es con lo que puede trabajar una computadora y por otro lado, el ajedrez permite medir el rendimiento dejando fuera el azar.

Todo ello llevó entre otros a IBM a proponerse crear una inteligencia artificial y conseguir que una máquina piense. Se crea Deep Blue y sus desarrolladores, entre ellos Miguel Illescas, se encargaron de enseñar a la máquina a jugar al ajedrez. Aplicaron un hardware de procesamiento en paralelo y un software capaz de traducir mejor los conocimientos humanos. Por primera vez incluyeron aspectos competitivos y la dotaron de conocimientos estratégicos.

El ajedrez es un reto dinámico, donde los dos jugadores tienen interés por ganar y donde se podría decir que existen casi infinitas posiciones. Tomar la decisión de cuál movimiento ejecutar está basado en tres aspectos: 1. La memoria. Esta permite recordar secuencias de movimientos y aquí la máquina es imbatible frente al humano.

2. El cálculo. Cada jugador puede calcular jugadas encadenando movimientos y aquí de nuevo la máquina supera al hombre.

3. La Intuición. Este sería el único punto débil de la máquina. De ahí el empeño del equipo de Deep Blue en enseñarle estrategia, evitando así que sus movimientos fueran predecibles.

Illescas, una vez presentado el caso Deep Blue, compartió con los asistentes lo que él llamó el gran descubrimiento de 2015. Para esta fecha ya existía un algoritmo que aprendía solo; Alpha Zero y de este a Leela, entrenada por una red neuronal artificial, que consiguió el nivel de Gran Maestro al poco tiempo de entrenamiento. Alpha Zero tardó solo 9 horas en aprender, entrenando sola y jugando contra sí misma más de 44 millones de partidas.

A día de hoy, la máquina ha sido capaz de enseñarnos cosas sobre el ajedrez como, por ejemplo, que no todos los peones valen igual y eso a pesar de que llevamos jugando al ajedrez 5 siglos. Alpha Zero ha conseguido inspirar y abrir la mente de todos los jugadores profesionales, no sólo de ajedrez, también de otros juegos como el Go y ahora son ellos los que están aprendiendo de la forma de juego del programa y las jugadas nunca vistas que es capaz de crear.

Terminó su conferencia cuestionando si la IA puede llegar a ser una amenaza para los humanos, a lo que añadió la importancia de que siempre se cumplan las tres leyes de Asimov. Así como la necesidad de un soporte ético, especialmente para no dotar de inteligencia emocional a la máquina, ya que esta se encuentra a un paso de la consciencia propia. Si la máquina llega a alcanzar ese nivel de consciencia, surgiría el instinto de supervivencia y con este el deseo de reproducirse y perpetuarse.

La actividad está organizada por el Parque de las Ciencias y el Instituto Andaluz de Inteligencia Artificial (DaSCI) en el marco de la exposición Inteligencia Artificial. Una exposición sobre las personas, los datos y el control y cuenta con el patrocinio de Laniakea. La exposición, que podrá verse en el Parque de las Ciencias hasta final de agosto, muestra las oportunidades y los riesgos del nuevo mundo digital en el que vivimos, a través de diez áreas temáticas que presentan el uso de la inteligencia artificial (IA) en nuestros hogares, en el trabajo o en la ciudad. Se centra en aspectos como ¿qué es la IA?; ¿quién está detrás de su desarrollo; ¿cómo nos repercute?o ¿estamos llegando a un paraíso perfecto o a un apocalipsis algorítmico? Y, también, aborda su significado y consecuencias con una propuesta práctica de reflexión ética. A través de numerosos objetos, vídeos, gráficos, ordenadores y juegos, los visitantes se acercarán a la IA de forma interactiva.

Mas información:
www.parqueciencias.com